El acuerdo millonario de Anthropic por derechos de autor: ¿Victoria para la IA o derrota para los escritores?
Anthropic pagará $1.500 millones a autores por usar sus libros para entrenar su IA, Claude. Aunque se presenta como un acuerdo histórico, plantea serias dudas sobre el futuro de los derechos de autor en la era de la inteligencia artificial.

El acuerdo millonario de Anthropic por derechos de autor: ¿Victoria para la IA o derrota para los escritores?
Anthropic, la empresa detrás del chatbot de IA Claude, ha acordado pagar $1.500 millones a un grupo de autores en una demanda colectiva por derechos de autor. Este acuerdo, el mayor en la historia de la ley de derechos de autor en Estados Unidos, surge tras la demanda Bartz v. Anthropic, donde se alegaba el uso no autorizado de millones de libros para entrenar la IA.
Cerca de 500.000 escritores recibirán un pago de al menos $3.000. Sin embargo, este aparente triunfo esconde una realidad más compleja.
El Precedente Peligroso para el Futuro de la Creatividad
Si bien el acuerdo se centra en la descarga ilegal de libros de “bibliotecas en la sombra”, el problema de fondo es el uso de material protegido por derechos de autor para entrenar IAs. En junio, el juez federal William Alsup falló a favor de Anthropic, argumentando que el entrenamiento de IA con material protegido es un uso “transformativo” amparado por la doctrina de uso justo. Este precedente sienta las bases para que otras empresas, como Meta, Google y OpenAI, sigan el mismo camino.
La raíz del problema reside en la creciente necesidad de datos para entrenar modelos de lenguaje cada vez más sofisticados. Tras haber “raspado” prácticamente todo el internet, las empresas de IA buscan nuevas fuentes de información, lo que pone en peligro las industrias creativas.
Este acuerdo, en lugar de ser una victoria para los autores, podría interpretarse como una “multa” que Anthropic, tras recaudar $13.000 millones, puede permitirse pagar para seguir adelante con sus prácticas.
¿Un Triunfo Pirrico para los Escritores?
La pregunta clave es si este acuerdo sentará un precedente peligroso para el futuro de la creación literaria. ¿Se convertirá en la norma que las empresas de IA utilicen obras protegidas por derechos de autor, pagando una compensación que, en comparación con sus beneficios, resulta insignificante?
Este acuerdo evita un juicio que podría haber clarificado el alcance del uso justo en el contexto de la IA. Ahora, otros jueces tendrán la sentencia Bartz v. Anthropic como referencia, lo cual podría influir en decisiones futuras. Sin embargo, la falta de una jurisprudencia sólida sobre el tema deja un vacío legal que urge ser llenado.
El debate sobre los derechos de autor en la era de la IA apenas comienza. La comunidad literaria y legal deberá seguir de cerca las implicaciones de este acuerdo y los casos futuros para proteger el futuro de la creación.